El futuro traductor y el mercado laboral
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3 Julio, 2014
Muy a menudo, y muchos no me lo negaréis, el mundo académico y el mundo laboral se parecen como un huevo a una castaña. Cuando empiezas a trabajar en una empresa, te das cuenta de que tu trabajo no tiene nada que ver con lo que viste en la universidad. Por eso es importante que los estudiantes sepan, antes de terminar su carrera, cómo es realmente la profesión para la que se están preparando.
En nuestra visita anual a la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla, hablamos sobre el mundo de las agencias de traducción, pero también quisimos dar unas pinceladas sobre oportunidades laborales para traductores y cómo estar al día en este sector.
Muchos traductores realmente no están interesados en el mundo de la traducción y acaban trabajando de guías turísticos o profesores de idiomas (profesiones totalmente respetables). Sin embargo, aunque este año no fue una excepción, nos gustó ver que había estudiantes interesados en otros sectores, como todo lo relacionado con comercio exterior y relaciones internacionales y, lo que es más importante para nosotros, el sector de la localización.
Además de hablar sobre cómo es una agencia de traducción, las tareas de cada departamento (con especial atención a las tareas de traductores y gestores de proyectos, pruebas de traducción y herramientas), también hablamos sobre los cambios en nuestro sector. De todos es sabido que el principal cambio ha sido el uso cada vez mayor de la traducción automática, pero estamos en contra de los que opinan que nuestra profesión desaparecerá por ello; simplemente nuestro trabajo será distinto.
Sin embargo, hay otros cambios en el sector. Las necesidades de los clientes, cada vez más cambiantes y de mayor exigencia, están haciendo que los traductores sean expertos en otras tareas además de las lingüísticas, y que son parte del proceso de localización, como maquetación o desarrollo de aplicaciones y páginas web. No me malinterpretéis, no vamos a sustituir a los maquetadores ni a los desarrolladores de software y páginas web, pero es cierto que el lado técnico de la localización es cada vez más importante para proporcionar al cliente una traducción de calidad. Al fin y al cabo, estamos todos en el mismo barco y todos tenemos un objetivo común: entregar un producto adaptado al idioma y uso de un determinado mercado.
A los estudiantes también les preocupa cómo adquirir práctica como traductor, ya que, tanto para trabajar en plantilla como si eres autónomo, te suelen pedir al menos dos años de experiencia. Siempre recomiendo colaborar con ONG locales o internacionales. Por ejemplo, Translators Without Borders, que hacen traducciones para causas humanitarias. Seguro que muchos los conocéis, si no, haced clic en el enlace para saber más sobre la gran labor que están haciendo. Para aquellos a los que les gusta más revisar que traducir, puede ser un buen comienzo colaborar para otros profesionales (blogueros, profesionales de la comunicación y otros creadores de contenido), tanto para la corrección de originales como de documentos traducidos.
Por último, y porque uno se pasa la vida aprendiendo, hablamos de la importancia de estar al día sobre tu sector, a través de cursos, seminarios web o congresos, así como del papel de las redes sociales. Aunque no se usan para vender directamente, son sin duda una buena manera de hacerse un nombre en el sector y de estar en contacto con colegas de profesión a quienes puede que no veas en persona en tu vida, pero de quienes puedes aprender más que de la persona que tienes al lado.
En resumen, fue un gusto como siempre volver a la Universidad en primavera y esperamos volver el año que viene. Una vez más, queremos dar las gracias a la Universidad Pablo de Olavide y a la profesora Inmaculada Serón por invitarnos.